viernes, 14 de abril de 2017

Nada puede ir peor



No hay de qué preocuparse.
Nada puede ir peor.
Dona tu cerebro a la ciencia,
ofrende tus bienes a la virgen de la pereza
y engánchate.
No hay de qué preocuparse:
El agujero de ozono aumenta
y los polos continúan deshelándose,
los índices de contaminación siguen subiendo
y la basura gana día a día terreno al mundo.
Los pobres siguen siendo igual de pobres,
aunque cada día hay más
y los ricos son cada vez más obscenamente ricos,
la guerra consume vidas
casi a la misma velocidad que el hambre
y las enfermedades se extienden a lo largo y ancho del mundo
sin cura ni remedio.
No hay de qué preocuparse:
Los ciborgs se revelarán contra nosotros
y perderemos la batalla
los extraterrestres nos invadirán
e impondrán nuevos géneros de música electrónica
en las listas de éxitos.
No hay de qué preocuparse:
Aplicaciones aprenderán por ti,
y tú podrás seguir siendo un cateto
toda tu puta vida,
aplicaciones ligarán por ti,
tú solo tendrás que cagarla en la cama
aplicaciones comerán y dormirán por ti
y tú podrás disponer de todo tu tiempo para drogarte.
No hay de qué preocuparse,
nada puede ir peor,
así que sal por ahí un ratito a pasarlo bien.

viernes, 7 de abril de 2017

Necesito vacaciones



Necesito vacaciones.
El personaje está ganando a la persona
y últimamente empiezo a temer por mi integridad física
y lo que es peor
psíquica.
Necesito vacaciones
Apenas puedo respirar
o salir a la calle
sin estar al borde de sufrir un brote psicótico
o algo peor
aburrimiento.
Necesito vacaciones
Yo que creía que mi corazón estaba insensibilizado
de repente
me lo han vuelto a romper como cuando tenía quince años.
Necesito vacaciones.
He tenido ya varios avisos
y cierto aire de repetición, de monotonía
en todo eso que antes me parecía tan divertido.
Últuimamente mis chascarrillos no me hacen tanta gracia
y mis amigos están empezando a aparecérseme tal cual son:
Deleznables.

Amanecer sudando



Cazar besos y versos al aire
como el que caza mariposas.
Andar y desandar la piel del mundo.
Subir al primer tren que pase sin saber a donde va
y perder, por fin, el Norte.
Sentarse una tarde de abril
a llorar las penas que no se lloraron a tiempo.
Aprender, a fuerza de dolor y golpes
el noble ejercicio de la espera.
Amanecer sudando, olvidar el olvido,
vivir la noria abrupta de la vida loca.
Y chocarse contra el canto de los juncos,
restregarse contra el verde de la hierba,
Alegrarse otra vez de andar otra vez
entre los muertos
que nunca jamás gozaron de un digno entierro.
Paladear la hiel de los fracasos,
perderle el miedo al sufrimiento.
Y en un vuelco, de repente,
sin previa explicación o aviso,
verse al calor del hogar,
a la lumbre de la chimenea,
y dormir tranquilo,
satisfecho por saber que se ha vivido.

jueves, 6 de abril de 2017

Escritor maldito



Maldita la hora en que me convertí en escritor maldito: Desde entonces no paro de darle a la maldita bebida, recorro las calles como alma que lleva al diablo, vendo mi vida por menos de nada, ardo por dentro, y padezco el eterno dolor del infierno. Desde entonces sufro unas resacas de mil demonios, me codeo con criaturas del inframundo: Los únicos ángeles que he conocido desde hace no sé ni cuanto son  todos siempre ángeles caídos. ¿Por qué no me subiría al carro del neo-surrealismo, del post-simbolismo o del hiper-futurismo?  Con lo sanos y felices que parecen, con sus recitales, sus performances, incluso algunos, si saben fingir de veras, por qué no, con sus admiradoras. Pero no, yo quería ser maldito, como los RolingStones, como Bukowsky, maldito. Y no es tan fácil: He tenido que probar todas las jodidas drogas, patearme los antros más sórdidos y oscuros de la ciudad y alrededores, pactar con Satán, delinquir, comportarme empecinadamente mal, robar, mentir, ser abyecto y vil hasta perder cualquier opción de llegar al cielo una vez muerto. He tenido que hacer de todo, y empiezo a estar harto, me remuerde la conciencia, dudo, estoy empezando a plantearme si será este el camino correcto, si no será una estupidez andar de fechoría en fechoría, de faena en faena, maleando, trasteando a todas horas,es terriblemente cansado, me supera, me desgasta, sobre todo los domingos, al despertarme con esa monstruosa jaqueca, cargado de multas del averno y endemoniadas deudas, sin un endiablado gramo de amor que llevarme a la boca en mi infernal cuenta corriente.

martes, 4 de abril de 2017

No me lo creo



Salgo de tu casa cierro despacio la puerta
inspiro hondo un momento antes de darme la vuelta
expiro
apenas cabe un instante entre el ahora y el último beso
que nos dimos
y repaso tranquilo con la mirada las fachadas de la calle
las calzadas que saludan a la aurora los postigos firmes en su formación
las contraventanas las macetas los primeros rayos de sol de la mañana.
Apenas hace una nada que estaba en tu cama desperezándome
viéndote vestirte asistiendo arrullado a tus ritos cotidianos
remoloneando entre las sábanas aun empapadas del placer de anoche.
Apenas nada.
Y voy andando hacia mi casa tan cerca a la vuelta de la esquina
mo iba a pensar que la felicidad era mi vecina
y yo sin saberlo
abro la puerta subo las escaleras como el que levita
me siento
en el sillón desvencijado que me espera en el salón junto a la mesa
en la que apoyo el ordenador, algún boli, papeles garabateados y un vaso vacío
estoy como en una nube recuerdo que hace apenas un suspiro estábamos juntos
y no me lo creo.