No te vayas.
Quédate aquí, bajo mi sombra,
entre mis brazos,
quédate junto a la lumbre de mis
soles y mis noches.
Quédate conmigo, deja que te
sienta cerca,
que tus labios vengan a mis
besos,
que el otoño no se lleve lo que
vino un día de primavera.
Quédate, quiero escuchar tu voz
en un susurro,
que tus ¨eses¨ me soplen
suavemente en el oído,
perderme mirando tus ojos tan
cercanos a los míos
que me impidan ver cualquier otra
cosa que no querré ver seguramente.
Quédate, de verdad, quédate
conmigo. Necesito junto a mí
tu presencia constante, tu aroma,
tu imagen, tus palabras
porque si no enseguida se me
escapa el recuerdo, se hace difuso,
se pierde, me cuesta evocarte y
te hundes
No hay comentarios:
Publicar un comentario